Trazabilidad y pruebas tangibles: el futuro de la agricultura regenerativa

Trazabilidad y pruebas tangibles: el futuro de la agricultura regenerativa

Por / LUIS DOPORTO

La producción industrial de alimentos es una de las principales causas de la degradación de los ecosistemas, el agotamiento del agua, la pérdida de biodiversidad, deforestación y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero; los expertos apuntan a la agricultura regenerativa como una solución. 

 

Recientemente, PepsiCo estableció el objetivo para 2030 de aplicar prácticas de agricultura regenerativa en un total de 7 millones de acres, lo que representa toda su huella agrícola. Por su parte, Nestlé destinará 1.200 millones de dólares en los próximos cinco años para promover la agricultura regenerativa en su cadena de suministro de alimentos.  

 

De igual forma, la marca de ropa Patagonia presentó una gama de cerveza elaborada con Kernza, un grano de trigo perenne producido mediante métodos de agricultura regenerativa que favorecen la restauración de la biodiversidad del suelo y la captura de carbono. 

 

Las prácticas agrícolas regenerativas específicas se relacionan con tres resultados importantes en cuanto a explotación: biodiversidad, mitigación del cambio climático y rendimiento. Sin embargo, se ha descubierto que los efectos en el rendimiento son muy variables y el impacto en las emisiones netas de gases CO dependerá de variaciones contextuales, como la topografía y el tipo de suelo. 

 

Además, los efectos muy variables sobre el rendimiento pueden tener consecuencias no deseadas para la seguridad alimentaria, la biodiversidad no agrícola o la mitigación del cambio climático, especialmente a la luz de la creciente demanda mundial de alimentos. 

 

La Food and Land Use Coalition, una organización sin ánimo de lucro, publicó un informe titulado “Aligning regenerative agricultural practices with outcomes to deliver for people, nature, and climate”, a través del cual solicita un marco basado en los resultados para medir y evaluar las prácticas agrícolas regenerativas, lo que podría en la actualidad, darle una definición universalmente aceptada del término. 

 

El informe señala que esto se debe en parte a la falta de pruebas, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios, y añade que la experiencia de los agricultores suele faltar en los informes de medición y que evaluar las prácticas regenerativas en explotaciones y paisajes es complejo. 

 

Para la ONG es necesario un marco basado en los resultados que considere un conjunto holístico de resultados y examine los efectos a múltiples escalas para garantizar que la agricultura pueda contribuir a los objetivos globales de seguridad alimentaria, naturaleza y clima, así como alinear las prácticas agrícolas regenerativas. La medición de los resultados permitirá a los agricultores y profesionales adoptar y ampliar enfoques que tengan efectos positivos. 

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