Posición de México en Comercio de API con EE.UU

Posición de México en Comercio de API con EE.UU

Por / LUIS DOPORTO

En el transcurso del año 2023, más de 300 escaseces de medicamentos activos fueron registradas en Estados Unidos, incluyendo antibióticos vitales y medicamentos para unidades de cuidados intensivos. Estas cifras ponen de manifiesto la necesidad inaplazable de que Estados Unidos reevalúe su dependencia en esta área.

 

La solución a esta problemática parece estar más cerca de lo que se podría esperar, ya que investigaciones señalan que México cuenta con prácticas de fabricación farmacéutica rentables, sin comprometer la calidad.  

 

La cooperación mejorada entre los países de América del Norte emerge como una necesidad imperativa para estabilizar las cadenas de suministro en este sector crítico. Es en este contexto que se destacan las dependencias fundamentales y se proponen estrategias para fortalecer las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos, con el fin último de mejorar los resultados de salud pública. 

 

La industria farmacéutica en México ha experimentado una expansión y diversificación notables en los últimos años. En la actualidad, México exporta más de 50 productos farmacéuticos que hace una década no estaban en su radar. En el año 2023, México exportó 165 de los 350 productos farmacéuticos y API considerados críticos por la Administración de Comercio Internacional a Estados Unidos, superando un valor agregado de $2.5 mil millones. 

 

Sin embargo, a pesar de estos avances, la participación de México en las importaciones farmacéuticas totales de Estados Unidos sigue siendo modesta, representando aproximadamente el 1.5 por ciento del mercado.  

 

La situación se vuelve aún más destacada al observar cómo ciertos países dominan el comercio de bienes específicos. Más de 100 productos farmacéuticos y API muestran un panorama en el que un solo país representa más del 75 por ciento de las importaciones estadounidenses de ese producto. Entre estos, China lidera con 35, India con 12 y México solo con uno. 

 

Esta concentración de productos en manos de unos pocos proveedores plantea un riesgo significativo para Estados Unidos, haciéndolo vulnerable a interrupciones en estas relaciones comerciales. No obstante, esta misma necesidad de diversificación presenta oportunidades para socios alternativos, entre los que México se encuentra bien posicionado para asumir un papel destacado. 

 

A pesar del potencial evidente de la industria farmacéutica mexicana para cerrar brechas críticas en el mercado estadounidense, tres problemas no resueltos obstaculizan una sólida asociación entre ambos países. En primer lugar, la armonización regulatoria sigue siendo un desafío. Tanto la FDA como COFEPRIS se esfuerzan por garantizar la producción segura de medicamentos, pero los retrasos prolongados en la aprobación disuaden la inversión en investigación y producción. 

 

En este sentido, la racionalización del marco regulatorio y la integración de procesos de pre-certificación en el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC) podrían ser pasos significativos hacia una mayor estabilidad y prosperidad en el comercio farmacéutico entre ambos países. 

Esto te puede interesar: Aumento del 71% en Mega Acuerdos Farmacéuticos